Claudio Baigún

Lic. en Ciencias Biológicas y Doctor en Cs. Biológicas en la Universidad de Buenos Aires. Actualmente es Director del Laboratorio de Ecologia Pesquera Aplicada del Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental, Universidad Nacional de San Martin (Argentina), y es Director del Programa de Conservación de Peces y Pesquerías de Wetlands International en América Latina. Su área de trabajo se ha focalizado en impactos de represas, pasos para peces, ecología de peces en lagos, embalses y ríos y la aplicación del manejo ecosistémico, gobernanza de pesquerías, así como de adaptación de las pesquerías fluviales al cambio climático. Ha educado a los pescadores y manejadores de recursos sobre los aspectos conceptuales y técnicos del manejo pesquero.Ha realizado presentaciones en eventos tales como la American Fisheries Society, el Freshwater Fish Conservation Group de la IUCN, las universidades de Iowa (USA), Oregon State University (USA), Lodz (Poland), Concepción (Chile), Lavras (Brasil), Universidad Central de Central de Venezuela, Pontificia Javeriana de Colombia, etc., organismos de investigación como el  Institut de Recherche pour le Développement (France), U.S. Army Corps of Engineers (USA) y organismos de desarrollo como FAO, etc.

Impactos ecológicos y socio-económicos de la construcción de represas sobre la ictiofauna y las pesquerías de los grandes ríos de América del Sur: una perspectiva para el Siglo XXI

América del Sur, el continente más fluvial del mundo, posee un enorme potencial para el desarrollo de proyectos hidroeléctricos. Estos proyectos han fragmentado más de 3000 km de ríos y solo en la alta Cuenca del Paraná existen más de 130 represas mayores a 10 m, esperándose un fuerte incremento de estos proyectos en la cuenca Amazónica para el siglo XXI.

Las represas poseen la capacidad de ejercer efectos bidireccionales sobre la hidrología y geomorfología y los recursos bióticos. Aguas abajo, promueven cambios en el régimen de caudales y alterando en ocasiones la calidad del agua. Aguas arriba, la formación de grandes embalses modifica las condiciones ecológicas de los ríos, calidad del agua y en áreas tropicales promueve la emisión de metano y contribuyendo al calentamiento global.

Por otra parte, los embalses favorecen los cambios en la composición de la comunidad de peces, y altera la calidad de las pesquerías tras la etapa de estabilización trófica al reducirse la presencia de especies migratorias. Ello puede afectar desde una perspectiva social y económica a aquellas pesquerías que se apoyan en estas especies, dependiendo de la localización de las obras en la cuenca. Ello no ha podido ser mitigado aún mediante la instalación de pasos para peces, discutiéndose los resultados observados en Yacyretá, Salto Grande, diversas represas de Brasil, ya que las especies migratorias neotropicales exhiben características muy diferentes a los salmónidos.

El desarrollo de represas en América del Sur en el siglo XXI deberá así evaluarse en función de los costos y beneficios energéticos, ambientales, sociales y económicos para cada caso, siendo necesario poner en prácticas criterios bioingenieriles y una visión más ecosistémica para reducir los impactos sobre los recursos de los grandes ríos y sus principales actores asociados.