Salvador Gil

Salvador Gil es Doctor en Física de la Universidad de Washington Seattle – EE.UU. y Licenciado en Física de la Universidad de Tucumán, Argentina. Sus intereses profesionales incluyen la investigación en física experimental, aprendizaje de las ciencias, usos de TICs en la enseñanza de las ciencias y los estudios energéticos. Ha sido investigador del Laboratorio Tandar de la Comisión Nacional de Energía Atómica, de la Universidad de British Columbia Canadá y de la Universidad de Washington, EE.UU. Actualmente es profesor de física de la Universidad Nacionalde San Martín (UNSAM) y director de la carrera de Ing. en Energía. Su preocupación actual es como lograr un futuro sostenible para las nuevas generaciones.

Eficiencia energética y uso racional

La disponibilidad de energía es fundamental para el desarrollo social y económico. Sin embargo, es importante tener en cuenta que disponer de energía no representa un fin en sí mismo, sino es más bien un medio para satisfacer las necesidades vitales y de confort humano. En nuestro país, es frecuente reducir la problemática energética a una simple cuestión de oferta, es decir a la búsqueda de nuevas fuentes de abastecimiento que satisfagan la demanda y de proveer los medios de transporte y distribución que hagan accesible esta energía. Este enfoque elude un aspecto fundamental del problema, que es la naturaleza de la demanda y conduce a alternativas costosas y no siempre sustentables. Actualmente, existe un creciente consenso en la comunidad científica, que el calentamiento global que está experimentado la Tierra es producido, en buena parte, por el uso de combustibles fósiles.

En este escenario, es importante abordar la problemática energética de una manera global, que incluya un análisis de cómo es la forma más eficiente y sustentable de usar nuestros recursos energéticos y cuáles son las fuentes, medios de transporte y de distribución que hagan llegar a la mayor cantidad de personas los beneficios de la energía de un modo sostenible. El objetivo de la eficiencia energética es usar los mínimos recursos energéticos posibles, para lograr un nivel de confort deseado. Esta elección tiene sentido tanto económico como ambiental. Por ejemplo, una vivienda bien aislada térmicamente permite lograr condiciones de confort usando muy poca energía en calefacción y refrigeración. Algo similar ocurre con la iluminación. Haciendo un uso racional y eficiente del gas, se podrían lograr ahorros comparables a lo que produciría un gran yacimiento. En este sentido, un enfoque global, que incorpore la sostenibilidad del consumo y la oferta energética, permite el desarrollo de políticas y la generación de una infraestructura que evite costosos errores que legaríamos a nuestros descendientes.