Anibal Carbajo

Es licenciado en Ciencias Biológicas de la UBA (1997) y se doctoró en 2003. Realizó su posdoctorado en la FCEN, y entró como investigador al CONICET en 2005. Trabajó en el Departamento de Ecología Genética y Evolución de la FCEN, UBA como investigador y docente entre 1998 y 2012. Desde entonces es investigador y docente de posgrado en el 3iA, UNSAM. Publicó más de 40 trabajos internacionales, formó 3 doctoras y dirige un grupo de 3 investigadores y 3 doctorandos de CONICET.

Actualmente investiga modelos de riesgo de transmisión de enfermedades como dengue, malaria y hantavirus y de distribución de sus vectores u hospedadores. La aproximación ecológica al estudio de riesgo le valió el premio de la Asociación Argentina de Zoonosis en 1998.
La asociación del riesgo a variables ambientales a escala regional también permitió convertirlo en un referente en enfermedades transmitidas por vectores y cambio global. Su papel como revisor de proyectos e informes de cambio climático le valieron un reconocimiento de la UBA por su papel como revisor del AR4 del IPCC, galardonado Premio Nobel de la Paz 2007.
El equipo que dirige investiga ecología de mosquitos, distribución de roedores y control de vectores.

 

Epidemiología urbana de enfermedades transmitidas por vectores

MARTES 8 DE OCTUBRE 9:00 H

Las enfermedades transmitidas por vectores tienen una estrecha relación con el ambiente en el que se transmiten. Involucran 3 seres vivos, patógenos, vectores y humanos que interactúan con el medio ambiente y entre ellos. La transmisión de estas enfermedades en las ciudades está por ende asociada a la heterogeneidad espacial de las variables que influyen en los distintos componentes de cada ciclo de trasmisión.

La favorabilidad para la proliferación de los vectores y para el contacto vector-hospedador de cada enfermedad están asociadas a variables como tipo y cantidad de vegetación, de viviendas, provisión de agua, etc. Cabe destacar que muchas veces estas variables suelen presentan mayor variación entre distintos barrios de la ciudad que entre distintas ciudades o entre el ambiente rural y el urbano.

Por otro lado, no son tanto los movimientos de los vectores sino los de las personas los que suelen determinar el curso de los brotes. Las mayores densidades poblacionales favorecen el mantenimiento de la transmisión, y a través de la mayor cantidad de viajes, la dispersión de las mismas.

En la presentación se expondrán estos temas junto con sus implicancias en la epidemiología de distintas enfermedades transmitidas por vectores urbanas.

Seguí a Futuros